ARTESANOS REPRESENTANDO EN EL EXTERIOR

MELANIA JORDÁN LIZA

1) Melania Jordán Liza, heredó de su bisabuelo materno, Toribio Ucañay, el arte de tejer sombreros finos; convirtiéndose en la mejor tejedora de sombreros finos de la región. Según su madre, Marcela Liza Ucañay, Melania nació con el talento bajo el brazo.

2) Fue a los 11 años cuando empezó a mostrar sus habilidades con el tejido gracias al incondicional apoyo de su padre, José Jordán Ucañay, y de sus hermanas mayores: Elvira, Agripina, María y Tomasa. Aunque la precaria economía familiar solo le permitió estudiar hasta cuarto grado de primaria, ella ha logrado ser una verdadera maestra del tejido de sombreros finos, pues ha ganado diversos concursos en Ciudad Eten y en el distrito de Monsefú.

3) Ello quizá se deba a que el hogar de los Jordán Liza ha sido durante décadas una suerte de academia familiar en el arte del tejido de sombreros, a la que esporádicamente se sumaban los otros tres hermanos de Melania: Hilario, Rogelio y Abelardo.

4) Si bien es reconocida como la mejor entre todos, su jornada de trabajo es similar a la que realizan todos los artesanos de Ciudad Eten. A las ocho de la mañana empieza a trenzar hebras de la paja de palma macora que es traída desde Ecuador. El trenzado le tomará más de cuatro horas.

5) Lo que le diferencia del resto de las artesanas es que ellas confeccionan dos sombreros al mes, mientras que Melania solo teje uno, pero de gran calidad. Al punto que no necesita salir a la calle para ofrecerlo, pues peruanos residentes en el extranjero, embajadores y diplomáticos realizan pedidos con anticipación. Cada uno de sus sombreros puede llegar a costar entre 500 y 700 soles.

6) “Pese a su fama, Melania Jordán conserva la candidez y humildad que caracteriza a quienes radican en esta parte del país”. Fueron estas características las que le permitieron tener éxito en España, adonde viajó recientemente gracias a una invitación de Prom Perú para exponer sus sombreros en el festival Fiptur España 2007, al que asistieron representantes de 170 países.

7) En los cinco días que duró su permanencia en ese país, aprovechó para establecer enlaces comerciales con peruanos que radican en Europa y también para vender unos treinta sombreros finos, cuyos egresos fueron destinados a la Asociación de Artesanos de Ciudad Eten, institución a la que representa.

8) También recordó con emoción la visita que siete jugadores del club Real Madrid hicieron al pabellón peruano en el festival, en donde ella exponía su artesanía, así como las numerosas entrevistas que le hicieron diversos medios de comunicación interesados en conocer algo más de su arte.