LAS BOTA CURA
Entre las mujeres más destacadas para el acontecimiento de botar al Cura de la entonces Villa Eten figuran las señoras: Eugenia Casas, Francisca Cumpa(Pancha La Tasa), La Zamba López, entre otras. Los motivos por lo que expatriaron al Cura Manuel Pinto Cárdenas era la de hombre lujurioso.
Cuentan los pobladores que Pinto Cárdenas, a pesar de profesar la religión y ser un presbiteriano, dirigir la Iglesia de Ciudad Eten, así como tener a cargo al pueblo, mantenía relaciones amorosas con mujeres casadas de la ciudad. Esto originó el malestar de los pobladores y la indignación de las mismas mujeres etenanas. Estos acontecimientos iban haciendo rumores sordos y gestos disimuladores a quienes ya conocían la historia de este padrecito.
Ante la incomodidad de la población, un grupo de mujeres y moradores se organizaron días antes para dar el salto al Templo “Santa María Magdalena de Eten” y cazar al R.P. Pinto Cárdenas con las manos en la masa, el rumor corrió rápidamente y la turba se acantonó en los techos, portón principal del templo y hasta en los lugares desconocidos. Palos, piedras, palanas, machetes en manos eran buenos para una lucha contra el indefenso pero lujurioso lobo vestido de oveja. Este curita ante los golpes al portón, los sonidos de los palos, combas, etc. y el coreo del pueblo que decía “Cura mujeriego”, cura pecador”, “cura atrasador”, “sal cura pecador”. Atrasador, porque antes no existía la palabra violador. El gentío logró abrir las puertas del templo corriendo a todas partes en busca del curita atrasador. Solamente encontraron prendas íntimas de mujeres, que fue suficiente prueba para designar al cura atrasador.
Pinto Cárdenas ya había huido por la puerta posterior.
Entre las mujeres más destacadas para el acontecimiento de botar al Cura de la entonces Villa Eten figuran las señoras: Eugenia Casas, Francisca Cumpa(Pancha La Tasa), La Zamba López, entre otras. Los motivos por lo que expatriaron al Cura Manuel Pinto Cárdenas era la de hombre lujurioso.
Cuentan los pobladores que Pinto Cárdenas, a pesar de profesar la religión y ser un presbiteriano, dirigir la Iglesia de Ciudad Eten, así como tener a cargo al pueblo, mantenía relaciones amorosas con mujeres casadas de la ciudad. Esto originó el malestar de los pobladores y la indignación de las mismas mujeres etenanas. Estos acontecimientos iban haciendo rumores sordos y gestos disimuladores a quienes ya conocían la historia de este padrecito.
Ante la incomodidad de la población, un grupo de mujeres y moradores se organizaron días antes para dar el salto al Templo “Santa María Magdalena de Eten” y cazar al R.P. Pinto Cárdenas con las manos en la masa, el rumor corrió rápidamente y la turba se acantonó en los techos, portón principal del templo y hasta en los lugares desconocidos. Palos, piedras, palanas, machetes en manos eran buenos para una lucha contra el indefenso pero lujurioso lobo vestido de oveja. Este curita ante los golpes al portón, los sonidos de los palos, combas, etc. y el coreo del pueblo que decía “Cura mujeriego”, cura pecador”, “cura atrasador”, “sal cura pecador”. Atrasador, porque antes no existía la palabra violador. El gentío logró abrir las puertas del templo corriendo a todas partes en busca del curita atrasador. Solamente encontraron prendas íntimas de mujeres, que fue suficiente prueba para designar al cura atrasador.
Pinto Cárdenas ya había huido por la puerta posterior.
LOS ROBA NIÑO
Aconteció que en el año de ... un grupo de integrantes del Comité Multisectorial encabezaron una protesta contra el párroco Emigdio Sandoval Guevara, quien decidió celebrar la Fiesta del Niño del Milagro los días ..., tentando con la verdadera fecha de celebración. Esto fue el motivo para que los integrantes del Comité Multisectorial iniciaran una fuerte oposición a la celebración de la venida del Niño; ellos decidieron robar al Niño del Milagro de su capilla y traerlo a la ciudad a media noche y esconderlo en el Minicoliseo deportivo en la que ahora funciona El Seguro Social “Aita Valle” de Ciudad Eten.
Al día siguiente los pobladores asombrados por el robo del Santo Patrón salieron en su búsqueda, mientras que los roba Niño decidieron llevarlo a la Iglesia Sta. María Magdalena de Ciudad Eten, lugar que le correspondía estar a su llegada de la Capilla. Así la población reanudó la fiesta de celebración.
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