domingo, 15 de febrero de 2009

EL RECUERDO INOLVIDABLE DE LAS IDAS ARPAS

En conclusión, solo nos quedan dos Arpistas sobre la alegre geografía de Lambayeque. Con ellos, se cumple el colofón postrero de otro ángulo de la Jarana Norteña, pasando al recuerdo el tañer de arpas populares, que en su época promovieron altisonantes juergas de oro, en el calendario festivo y risueño del Folklore musical costeño.

Los demás arpistas, que cambiaron de mansión sin nuestro consentintiento, y que en los últimos años han ido a hacerle com­pañía a San Pedro y a las Once mil vírgenes, se les recuerda a:
Teófilo Bardos Necíosup, Francisco Chafloque, Juan Francisco Ángeles, Tomás Barrios (“Thomasaco”) y a los Tantboristas: Víctor Quesquén (“Vítorá”), Baltazar Quesquén Angeles (“Bathasa”)... y tantos otros; que está lleno el cielo y el infierno, esperándonos a cuando lleguemos para damos una multitudinaria y criolla recepción de: ¡Arpa, pañuelo al viento, canto, palmas y tamboreo!...
El Arpa se fue de aquí
derechito para arriba
ya “nuay” jarana de ají
¡en la tierra lambayecana!

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